
Alrededor de 3400 bebés mueren todos los años en los Estados Unidos de manera súbita e inesperada mientras duermen por causas desconocidas esto con frecuencia se debe al síndrome de la muerte súbita inesperada del lactante (MSIL) o debido a muertes accidentales por asfixia o estrangulamiento. Si quieres conocer más sobre ella y saber algunas recomendaciones para prevenir este síndrome, este post es para ti. Pero no te preocupes, no es un post para asustar, sino para que conozcas y evites algunos errores con tu bebé, y puedas reaccionar con rapidez si en algún momento te pasará.
Imprescindibles para evitar la muerte de cuna:
¿Qué es la muerte de cuna?
Seguramente te estés preguntando: pero, la muerte de cuna qué es exactamente y a qué es debido. El Síndrome de muerte súbita en el Lactante (SMSL) o muerte de cuna, es la muerte inesperada en bebés menores de un año por causas sin explicación contundente, en un bebé aparentemente sano. Esto ocurre aparentemente durante el sueño, y dicen que podría estar relacionado con defectos, anomalías o daños en la parte del cerebro que controla la respiración y la vuelta al estado de vigilia.
Aproximadamente un 80% de los de muertes súbitas en bebés casos suelen suceder durante el primer y sexto mes de vida, pero sobre todo entre los dos a cuatro meses. Existen varios factores que podrían estar relacionados con la muerte súbita del lactante, entre ellos contribuyen tanto problemas físicos como ambientales:
- Defectos cerebrales. Algunos bebés nacen con problemas que los hacen más propensos a fallecer a causa del síndrome de muerte infantil súbita. En algunos casos, no se les desarrolla bien la sección del cerebro que controla la respiración y el despertar.
- Bajo peso al nacer, bebés prematuros o embarazos múltiples, incrementan las posibilidades que el cerebro del bebé no haya madurado por completo, por lo que tiene menos control en algunos procesos automáticos como la respiración o frecuencia cardíaca.

- Infecciones respiratorias. Algunos bebés que han fallecido por este síndrome, habían tenido recientemente un resfriado, lo que podría contribuir a problemas respiratorios.
- Dormir boca abajo o de lado. Estas posiciones para dormir hacen que el bebé tenga más dificultad para respirar.
- Compartir cama con un niño más grande o con el padre y la madre.
- El calor excesivo.
- Exponer al bebé al humo del tabaco.
- Dormir en una cuna de superficie blanda, inadecuada para ellos. Estar acostado boca abajo sobre una manta mullida, un colchón blando o un colchón de agua puede bloquear las vías respiratorias de un bebé.
- Presencia de almohadas, muñecos, juguetes o peluches.
Factores de riesgo y causas
Aunque este síndrome puede afectar a cualquier niño, los investigadores han identificado varios factores que podrían aumentar el riesgo ya que están relacionados con la muerte de cuna, estos son:

- Sexo. Los varones tienen un poco más de probabilidades de sufrir el síndrome.
- Edad. Los meses más críticos son entre el segundo y cuarto mes.
- Raza. Por razones que no tienen explicación, los bebés afrodescendientes son más propensos a desarrollar el síndrome.
- Antecedentes familiares. Los bebés que tienen hermanos o primos que han fallecido de esta forma, tienen mayor riesgo de presentar dicha afección.
- Fumador pasivo. Los bebés que viven con fumadores.
- Bebés prematuros o hijos de madres que han bebido alcohol o consumido sustancias durante el embarazo, y recibido asistencia prenatal precaria.
¿Cómo evitar la muerte de cuna?
Como medidas de prevención de la muerte en la cuna de forma inesperada y sin una causa aparente, puedes ayudar a proteger a tu bebé de este síndrome. Aquí te dejamos algunos consejos:
- Para dormir sea por la noche o durante las siestas diurnas colócalo boca arriba.
- Elige un colchón firme para la cuna, sin juguetes, muñecos o peluches que le estorben para dormir.
- No lo abrigues excesivamente, ni le tapes la cabeza, elige una ropa de dormir cómoda que no le de calor. Para mantener cálido a tu bebé intentalo con una bolsa de dormir para no requerir mantas adicionales.
- No uses protectores acolchados en las cunas. Cubre la cama con una sábana bien ajustada.
- Si decides que duerma en tu habitación, es importante que lo haga en una cuna a parte, nunca en tu cama. Por ejemplo puedes usar una cuna de colecho si quieres tenerlo más cerca para la lactancia nocturna, además amamantar reduce el riesgo de este síndrome.
- No uses monitores de bebés y otros dispositivos que dicen reducir el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita. La American Academy of Pediatrics no alienta el uso de monitores y otros aparatos por su ineficacia y problemas de seguridad.

- Nunca fumes cerca de tu bebé, ni tú ni otras personas, ya que el humo del tabaco aumenta 9 veces el riesgo de muerte súbita, además de incrementar el riesgo de sufrir infecciones respiratorias.
- Ofrece un chupete. Chupar un chupete sin correa o hilo a la hora de dormir podría reducir el riesgo.
- Vacuna a tu bebé. No hay pruebas de que las vacunas de rutina aumenten el riesgo, es más, algunas pruebas indican que las vacunas pueden prevenir el síndrome, además de protegerlo.
- Por último, te aconsejamos que estés siempre preparado por si se presenta alguna situación parecida, para ello ten preparado los números telefónicos de emergencias y del pediatra de tu bebé, ya que ellos te darán soluciones para hacerlo de forma correcta. Lo mejor es pedir ayuda si no sabes exactamente qué hacer, y hacerlo de forma rápida y oportuna.
Vivir tras la pérdida de un hijo por causa de la muerte súbita
Aunque se tomen todas las precauciones posibles, muy a nuestro pesar, esta muerte a veces llega de forma inesperada, sin ninguna explicación. Es normal que cuando sucede sintamos muchas emociones distintas, desde rabia, ira, tristeza, desesperanza, culpa, etc. Y aunque no hay respuesta ni solución aparente, la familia y los amigos pueden ser una valiosa fuente de ayuda y consuelo en ese momento tan difícil.

También encontrarás organizaciones benéficas, grupos y asociaciones de apoyo específicos que te pueden brindar asesoramiento y ayuda para las familias afectadas por una muerte en la cuna. También te puede ser útil hablar con un orientador especializado en ayudar a las personas a afrontar la aflicción.
Nuestra recomendación es que se deja ayudar por sus familiares y amigos más cercanos en ese tiempo tan difícil, y que cuando esté preparado busque apoyo sanitario, ya que ir a un especialista o un psicólogo, le ayudará a afrontar la muerte de su bebé, le dará las herramientas necesarias, y le ayudará a desahogarse. También las asociaciones para familias afectadas por este síndrome le pueden ayudar a hablar y sentirse entendido.
Pero tómese su tiempo, el duelo es un proceso lento y doloroso, y cada persona necesita un tiempo para pasarlo, así que no se exija, dese su tiempo, descanse, desconecte, saque sus emociones, permítase tiempo para cuidarse, y recuerde, que un psicólogo siempre es un apoyo profesional que le permitirá seguir su camino.